
Desde el tercer espacio: arte y diásporas del Caribe en el siglo XXI
Los estudios sobre las diásporas no son tema novedoso ni para el arte ni en el Caribe, pero sí resultan de gran interés al tratarse de una problemática con perfiles globales en el siglo XXI que complejizan su análisis1Según datos de la OIM, globalmente, el número estimado de migrantes internacionales ha aumentado en las últimas cinco décadas. El total estimado de 281 millones de personas que vivían en un país distinto de su país natal en 2020 es superior en 128 millones a la cifra de 1990 y triplica con creces la de 1970. Ese crecimiento se aprecia sobre todo en países de Europa y Asia.. Situados únicamente en el Caribe como lugar de emisión, pueden ser varios los enfoques desde la condición migrante si tomamos en cuenta el anhelo por la partida, el conflicto de las trayectorias, las inseguridades del viaje y la complejidad de la inserción en los nuevos espacios, que han sido temas de amplía repercusión desde las últimas décadas de la pasada centuria en figuras icónicas como Kcho, Marcos Lora Read y Sandra Ramos, por solo mencionar algunos. En el caso de los artistas, el éxodo significa además poder insertarse en los circuitos artísticos propicios al coexistir con otros múltiples creadores de diversas generaciones y países en la disputa por el “territorio artístico”, y en ello intervienen otras cargas simbólicas según la procedencia, la nacionalidad y la resignificación de su origen de acuerdo con ciertas macro denominaciones como “latinos” o “afroamericanos”, en el caso de los Estados Unidos, hacia donde se han incrementado las tendencias migratorias durante las últimas décadas del pasado siglo2“… en las últimas décadas del siglo XX, en la que la emigración hacia los Estados Unidos y otros países desarrollados se convierte en el hecho dominante del panorama migratorio de Latinoamérica y el Caribe.” Adela Pellegrino. Migrantes latinoamericanos y caribeños: síntesis histórica y tendencias recientes, Santiago de Chile, 2000, https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/31509/S301328P386M_es.pdf?sequence=1&isAllowed=y Consultado: noviembre 2022. y en el actual.3Cinco de cada seis emigrantes de las Américas tuvieron como país de destino a los Estados Unidos. https://www.oas.org/docs/publications/SICREMI-2015-SPANISH.pdf Migración internacional en Las Américas, 2015 Consultado: noviembre 2022.
De acuerdo con el enunciado me propongo hablar desde ese tercer espacio que habitan artistas caribeños en las diásporas dispersas, a partir de una selección crítica de autores y obras fechadas en este siglo, para revelar un modo de existir del sujeto migrante en los contextos de recepción tomando en cuenta ciertas claves que derivan de sus poéticas artísticas y el modo en que se expresan desde ese lugar con el lenguaje crítico de los cuerpos, los afectos y las agencias creadas a través de conceptos, imágenes y materialidades.
El tercer espacio, supone, según lo piensa Homi Bhabha, habitar in-between, que puede interpretarse como un síntoma de nuestro tiempo diaspórico, un sitio de cruzamientos culturales que cuestionan la identidad “como fuerza homogeneizadora y unificante”.4Homi Bhabha. El lugar de la cultura, Ediciones Manantial SRL, 2002.p. 58.
Se trata entonces de comprender ese espacio de manera intersticial a partir de ciertas claves, según Homi Bhabha, como lo público y lo privado, el pasado y el presente, lo psíquico y lo social, y no como oposiciones binarias5Homi Bhabha, p. 30., sino, justamente, como zonas de encuentros relacionales en esa temporalidad intermedia que me gusta llevar al español como entredós, por parecerme más artesanal y femenino. Nos alerta el autor sobre los efectos que produce en el “yo” la condición migrante, y se pregunta “si, como la cera, la migración sólo cambia la superficie del alma, preservando la identidad bajo sus formas proteicas (Ovidio)”6Himi Bhabha, p.269.… y “la nación llena el vacío dejado en el desarraigo de las comunidades y las familias, y transforma esa pérdida en el lenguaje de la metáfora”.7Homi Bhabha, p. 176.
El tercer espacio lo piensa como un modo de habitar la realidad desde el “borde”, una forma de “existencia fronteriza”. Si son de sumo interés estos enfoques para pensar al migrante en el espacio de recepción, resultan aún más interesantes para el análisis de artistas y obras que lo han habitado insertos en esa condición, creadora de nuevos significados. Ejemplos hay muchos a resaltar, entre ellos, Hervé Télémaque, haitiano que residió y falleció el pasado año en París; Ana Mendieta, cubana que vivió y trascendió con su obra en el contexto artístico e internacional de Nueva York o el propio Jean Michel Basquiat, hijo de haitiano y puertorriqueña, que marcó un hito en los espacios de esa ciudad y también su amigo boricua, Al Díaz.
De esas claves, justo abordaré en esta ocasión, la relación entre pasado y presente desde perspectivas históricas y de reencuentro ancestral con los orígenes.

Colección Saatchi (2014). Cortesía de Jean François Boclé.
La obra de Jean-François Boclé, martiniqués residente en Francia, durante este primer cuarto del nuevo siglo está orientada a repensar la condición moderno-colonial del Caribe desde la historia atlántica, retomando la fuerza sensible de sus significados como ocurrió en Todo debe desaparecer (2001), que ha tenido diversas versiones hasta la más reciente en 2019 en Bogotá. En ella se reproduce, con 100,000 sacos de plástico azul situados sobre el suelo, ese mar que “absorbió millones de hombres, mujeres y niños”8“La peau morte de l’écriture. Un entretien avec Jean-François Boclé”. Anna Seiderer. https://doi.org/10.4000/slaveries.6274 Consultado: 5 de abril de 2023.. Entre 2003 y 2005, realizó Zona de espera, una intervención en el espacio público de un barrio parisino. Allí dibujó en las aceras diez siluetas humanas con precisas coordenadas geográficas referidas al Atlántico, donde se hundieron barcos que transportaban cientos de seres humanos.
La materialidad de la obra remitía al olvido, pues las imágenes fueron realizadas con pintura de espray que se utiliza para hacer marcas durante los trabajos en la calle, y se borran sin ningún efecto mecánico, sin dejar huellas ni memoria.
En esos espacios intermedios las mixturas contribuyen a repensar la historia desde perspectivas críticas y decoloniales. Joscelyn Gardner nació en Barbados; vive y trabaja en Canadá. A partir de fuentes históricas y de documentos que conservan los archivos, realizó piezas litográficas en las que los sujetos, sus cuerpos y sus marcas son objetos de indagación. Se trata de triángulos púbicos a la manera de signos femeninos violentados por instrumentos de tortura, pero aún más por los testimonios del diario de Thomas Thistlewood, un supervisor de plantaciones que vivió en Jamaica entre 1750 y 1786, “en los que documenta tanto su relación a largo plazo con su ‘esclava-esposa’ Phibbah, como con sus innumerables encuentros sexuales con sus esclavas dependientes”9https://www.joscelyngardner.org/plantation-poker Consultado: 3 de marzo de 2023.. La obra que llamó Plantation Poker: The Merkins stories10El merkin era literalmente una “peluca púbica» que ahora reivindico para hablar de la identidad criolla femenina y la historia de la servidumbre. Idem. incluía paneles con imágenes grabadas de peinados de origen africano trenzados con piezas de hierro como expresión de angustia y de suplicio con una figura de género y anti patriarcal según los patrones del poder dominante y colonial.
Con fuertes valores simbólicos que asocian pasado y presente desde las fuentes de la religiosidad popular y particularmente las de origen africano, la fotógrafa cubana Marta María Pérez Bravo, residente en México, emplea su cuerpo como el soporte para la conexión con los orishas y los universos visuales de la santería. Siempre es ella, recurriendo desde un yo que reivindica culturalmente en sus piezas en blanco y negro, que remiten a una espiritualidad cubana en la que se combinan la ritualidad y la fuerza expresiva de esas memorias que habitan los tiempos de la historia. En ello se pueden reconocer las obras de otros artistas como María Magdalena Campos y el prematuramente fallecido Juan Francisco Elso Padilla, quienes aportaron la hibridez cultural como un recurso visual importante desde el in-between, que emerge al eludir todas las polaridades que se entretejen en ese territorio artístico de las relaciones.
Ahora mismo, la artista boricua Inma Arroyo, residente en Connecticut, ha inaugurado la exposición Aliento Divino en San Juan. En ella todo su mundo de creencias se ha hecho fuerza de creación, deudora de esas herencias ancestrales de los poderes africanos que se reencuentran en la santería. En su iconografía personal de clara base gráfica, los silencios son fuentes de vida. La artista se sintió entre los elegidos en Cuba, recibió la Mano de Orula y Olokum, hizo Santo y les ofreció cajón a los ancestros, para regresar a los Estados Unidos con todos los atributos yorubas de las deidades protectoras.
En esos reencuentros con la historia, un punto esencial para los trayectos visuales y simbólicos desde el tercer espacio es este que se muestra como un lugar de enunciación y conectividad intercultural, donde los artistas se orientan a elaborar estrategias culturales para asumir también una supra identidad africana desde esos cruzamientos intermediales que completan los intersticios y los espacios vacíos con voluntad de autorreconocimiento, reivindicativo y atávico. Edouard Duval-Carrié es un artista internacional de origen haitiano, residente en Estados Unidos. Además de mantener en su obra una profunda conexión con temas de la historia y de la tradición cultural de su país natal, realizó para el Museo de las Civilizaciones Negras en Senegal una obra emblemática que se encuentra en el atrio de la institución, Baobab11http://duval-carrie.com/the-saga-of-the-baobab-musee-des-civilisations-noires/ Consultado: 19 de marzo de 2023.(2018): una pieza de acero de 40 pies de altura y un peso de 20 toneladas, toda una sólida estructura cuya escala y materialidad responden a su significado en la cultura africana. Por su parte, Charo Oquet, dominicana residente en Miami, interviene en el espacio público de esa ciudad, en el Collins Park, con la intención de reconocer las culturas que allí cohabitan, en particular las originarias del Caribe, con una intencionalidad disruptiva, provocadora, sobre la diversidad diaspórica a la que se refiere Homi Bahbha como cualidad de ese tercer espacio de enunciación. Yo estoy aquí: traducción de los símbolos místicos en la era de la nueva subjetividad (2022) obtuvo el premio de la segunda convocatoria del Bass Museum en Miami Beach, en la que la artista fusiona “signos, símbolos, iconografías y referencias de distintas épocas y diversas culturas del Caribe, la pieza evoca experiencias complejas; emociones y estados introspectivos que invitan al espectador a reconfigurar sus propias intuiciones, deseos, valores y fantasías de intercambio y relaciones comunitarias”.12Amable López Meléndez. «Charo Oquet obtiene importante encargo escultórico del Bass Museum en Miami Beach», 10 de septiembre de 2022. Hoy. https://hoy.com.do/charo-oquet-obtiene-importante-encargo-escultorico-del-bass-museum-en-miami-beach/ Consultado: 16 de enero de 2023.
Como lo expresa Bahbha, “la originalidad inherente o ‘pureza’ de las culturas son insostenibles, aun antes de recurrir a las instancias empíricas históricas que demuestran su hibridez”13Homi Bhabha p. 58.. Algo que, de manera puntual, integrando dos grandes figuras de las culturas de Puerto Rico y México, Julia de Burgos y Frida Kahlo, se muestra en una pieza de arte urbano, Soldaderas (2011), realizada por la artista puertorriqueña Yasmín Hernández cuando residía en los Estados Unidos. Así se entrelazan las culturas en ese tercer espacio que es también de convivencia cultural y de conexiones históricas.
Miguel Luciano, artista puertorriqueño residente en Nueva York, se instala en las bases mismas de la identidad boricua y propicia un diálogo intercultural en su pieza Orgullo del plátano (2006), inspirada en la trascendencia del banano en ciertos íconos del arte boricua, pero reinsertándolos en otros modelos de referencia al ser llevado con gran honor en una cadena de grueso calibre por un joven rapero que remite al contexto callejero del barrio y del Harlem latino. Double Phantom (2017) es aún más ilustrativa de esos paradójicos usos de los objetos en sus piezas instalativas. Se trata de dos bicicletas restauradas de la marca Schwinn, modelo Phantom, construidas en 1952, año de la constitución de Puerto Rico y el comienzo del Estado Libre Asociado. Las dos bicicletas encontradas en el ensamblaje artístico son incapaces “de avanzar sin también retroceder, Double Phantom / Entro. PR encarna el estado actual de disfunción política en Puerto Rico y la paradoja de su relación colonial con los Estados Unidos”.14https://miguelluciano.com/ride-or-die/1 Consultado: 5 de marzo de 2023
Mientras, otros creadores penetran a la propia historia de los Estados Unidos para construir ambivalencias simbólicas desde la historicidad de las figuras y acontecimientos locales, y cuestionar la legitimidad al interior mismo de esos intersticios, como ocurre en la pieza de Renee Cox, nacida en Jamaica y residente en Estados Unidos, The Signing, (2017), en la que por medio de la fotografía recrea la escena del acontecimiento en la que ella misma está presente, ya que suele emplear su propia imagen para sus obras, contrastando su presencia de mujer negra, además rodeada de otros múltiples personajes también negros. Kathleen Goncharov, comisaria de la exposición y del Boca Raton Museum of Art (Florida), expresó que la pieza sacaba “a la luz que, aunque nadie de color participase en la firma de la Constitución, sí han desempeñado papeles importantes para la construcción de este país, por ello se anima al público del museo a reconocer a un gran sector que se ha eliminado en los libros de historia”.15https://www.neo2.com/renee-cox-recrea-la-firma-de-la-constitucion-de-eeuu Consultado: 18 de marzo de 2023.

Y así también lo hacen otros artistas en relación con las problemáticas europeas asociadas a las migraciones y esos terceros espacios diaspóricos. En una instalación de grandes dimensiones del año 2000 con el título Negocios III, Alex Burke, martiniqués residente en París, aludía a la circulación de personas en franca relación con las mercancías, todas embaladas, todas en un movimiento que se refería también a la transterritorialidad de la imagen de los cuerpos inscritos sobre papel de envolver.

Cortesía de Alex Burke.
Un tema crucial en la Europa de nuestros días en relación con los migrantes indeseados, es la trata de personas, y los conflictos entre refugiados. En años más recientes, el artista Carlos Martiel, cubano residente en Estados Unidos hizo suyo el tema a partir del uso de su propio cuerpo, “el desnudo siempre fue y será para mí una liberación. Desnudarse es quitar filtros, jerarquías de poder, prejuicios en relación con el cuerpo propio y al de otros. En un momento inicial fue la vía que tuve para aceptar mi cuerpo en una sociedad que ha estigmatizado al afrodescendiente”16https://www.vice.com/es/article/paejwy/carlos-martiel-hace-sacrificios-con-su-cuerpo-para-criticar-el-mundo. Y sobre su obra Mediterráneo (2017), presentada en la Bienal de Venecia, le interesó reflexionar acerca de la indiferencia que las potencias occidentales han mostrado frente a las muertes causadas por el éxodo africano hacia Europa…es una obra que ilustra a la perfección la situación actual de la inmigración africana a Europa, tantas personas muertas, tanta indiferencia… ¿Quién hace realmente algo por esos inmigrantes? ¿Quién deja de vender las armas que tienen dividida a África? ¿Quién saca de África a las multinacionales que tienen a los africanos en la miseria? La solución real no es rescatar a unos miles del mar, de los cuales muchos son deportados.17Fernando Pichardo “Carlos Martiel hace sacrificios con su cuerpo para criticar el mundo”, https://www.vice.com/es/article/paejwy/carlos-martiel-hace-sacrificios-con-su-cuerpo-para-criticar-el-mundo 29 de mayo 2017 Consultado: 25 de marzo de 2023.

(estructura de 248,9 x 91,4 cm).
Fotografía de Francesco Allegretto.
Cortesía de José Manuel Noceda Fernández
En fin, que son muchos los caminos que nos conducen a ese tercer espacio para desde él comprender mejor las complejidades de los éxodos, las migraciones y las diásporas, especialmente cuando se habita su propio interior con todas las complejidades y aportaciones que implican para la vida y la creación.
Yolanda Wood – Biografía
Profesora, investigadora y crítica de arte. Doctora en Ciencias sobre Arte. Profesora Titular. Fundó la Cátedra de Estudios de Arte del Caribe (1985). Directora del Centro de Estudios del Caribe de la Casa de las Américas y de su revista Anales del Caribe (2006-2016). Premio Asdi Senior-CLACSO, 2009; Premio Nacional de la crítica artística y literaria en Cuba, 2013 y 2018; Beca José Martí CIALC-UNAM, 2016; Beca Postdoctoral, UNAM 2017-2018. Profesora de asignatura en Universidad Iberoamericana y Universidad Anáhuac, México. Entre sus libros: Caribe: universo visual e Islas del Caribe: naturaleza-arte-sociedad. Artículos y ensayos recientes: “Barbara Prézeau: el arte de los cuatro elementos en el círculo atlántico”. Haití a la hora crucial (UNAM, 2021); “Elsa Núñez en antológica: imaginarios y contextos” Alma Adentro: Exposición antológica, Centro León Jiménes, República Dominicana, 2021; “Blanco y negro, pieles y máscaras. El cuerpo en el arte del Caribe contemporáneo. Lecturas desde Frantz Fanon”, Ítsmica no. 29, 2022.