Lolo y Lauti

Lolo & Lauti
o
El artista como escenógrafo de su propia comunidad
(es cuestión de sentir)

Yo diría que la amistad es nuestra pasión argentina.
_ JLB

Adrienne Samos

¿De qué maneras pueden establecerse colaboraciones intensas y reveladoras entre artistas y comunidades en la ciudad de Panamá? Esta pregunta es el motor detrás del proyecto internacional de arte público que sus curadores hemos llamado Ciudad Múltiple 500, o CM500, y que viene a ser una especie de sucesor de ciudadMULTIPLEcity, el mega evento que tuvo lugar en 20031Los curadores de CM500, el proyecto urbano en curso desde 2018, somos Humberto Vélez y Adrienne Samos. Acerca del evento precursor, curado por Gerardo Mosquera y Samos en 2003, ver: G. Mosquera y A. Samos, eds. (2004), ciudadMULTIPLEcity. Arte>Panamá 2003. Arte urbano y ciudades globales: una experiencia en contexto, Ámsterdam: KIT Publishers; Rich Potter (2003), ciudadMULTIPLEcity. Arte>Panamá 2003, video, 50:02 min., https://www.youtube.com/watch?v=dpGd6vF8ALI; y A. Samos (primavera de 2013), «Panama City: A Pandora’s Box for Contemporary Art» en ReVista, the Harvard Review of Latin America: The Panama Issue, Cambridge: David Rockefeller Center, 50-53.. Contrario a este, CM500 se desarrollará de forma más modesta, a lo largo de varios años y con la gente de la capital panameña, ya no solo como sujetos de atención e interacción, sino como protagonistas activos. Como artistas.

Lolo y Lauti fueron los primeros artistas invitados a este experimento urbano. ¿Por qué el dúo argentino?2Los artistas bonaerenses Lorenzo Lolo Anzoátegui (1980) y Lautaro Lauti Camino (1986), cuya formación inicial proviene del teatro y del cine, formaron su colectivo en 2011. Exposiciones individuales incluyen Localidades agotadas, curada por Raúl Flores (Barro, Buenos Aires, 2021), El mundo del espectáculo (Casa Nacional de Bicentenario, Buenos Aires, 2019), Carmen (CM500, Museo de Arte Contemporáneo, ciudad de Panamá; Malba, Buenos Aires; y la galería Vermelho, Sao Paulo, 2018), la adaptación de la ópera contemporánea de Robert Ashley Perfect Lives (Teatro Colón, Buenos Aires, 2016) y la performance Me huevo loca (arteBA, Buenos Aires, 2019). Han mostrado su obra en museos, galerías y festivales en Estados Unidos, México, Colombia, Chile, Uruguay, Panamá y varios países de Europa. Son curadores de Perfuch, el festival anual de performance más grande de Argentina.. Las razones sobran. Más adelante mencionaré algunas. Pero de todas las cualidades humanas que inciden de lleno en su vida y en su quehacer artístico, la decisiva fue su ternura.

Ópera Carmen
Lolo y Lauti, Carmen, 2018-2021, videoinstalación, monocanal, marco de hierro forjado, lámpara eléctrica, claveles, rosa y botella, 112 x 17 cm.

Para CM500, Lolo y Lauti propusieron hacer una adaptación filmada de la ópera Carmen con integrantes de la comunidad drag y trans de Panamá:

El drag es un arte de la aspiración y la apropiación que radica en el corazón de la sensibilidad contemporánea, instalando un código de robos creativos en los que la cita y la mímesis son siempre plataformas para la amplificación irónica de la idiosincrasia, la caricatura y el intercambio de saberes. Así, se nos ocurrió hacer una versión drag, contemporánea y panameña, de nuestra ópera favorita, Carmen, del compositor francés Georges Bizet (1875). Extravagante y over the top, esta historia de slut shaming y femicidio lo tiene todo3Lolo y Lauti (2018), Carmen de Panamá (propuesta preliminar, inédita), 1..

Lolo y Lauti volaron a la ciudad de Panamá en octubre de 2018 y se quedaron más de un mes. Una semana después de su llegada, se les unió el artista Rodrigo Moraes, frecuente colaborador del dúo en varias performances y sobre todo en la edición de sus audiovisuales4Rodrigo Moraes (Montevideo, 1985), artista, performer, videasta, dibujante, guionista y diseñador, es coautor (con Dani Umpi) del libro El vestido de mamá (Montevideo: Criatura Editora, 2011) y ganador de las becas Laboratorio de Acción (Complejo Teatral San Martin) y Yungas en 2019. Vive y trabaja entre Buenos Aires y Montevideo. Ver: rodrigomora.es.

Conocieron al equipo de CM500 y a otro montón de gente, exploraron el «terreno», y se mudaron al Casco Viejo de la ciudad para residir en el gran ático del edificio que alojó el primer conservatorio del país.

En ese espacio simbólico, hermoso y algo destartalado dedicaron largas horas, día tras día, a hacer el casting a las candidatas al elenco de Carmen (quedaron todas). Y ahí ensayaron, filmaron y editaron su ópera contemporánea.

Ello entrañó mucho más que una serie de audiciones convencionales. Entrañó nada menos que forjar amistades. Arriba, en el inmenso ático de largos balcones y altos ventanales del antiguo Conservatorio, Lolo y Lauti (y Rodri) crearon un ambiente relajado, abierto e íntimo. Las anécdotas de vida, los rituales del vestirse y maquillarse, las interpretaciones y los lip sync de las canciones preferidas de cada una de las divas drag y, claro, las arias de Carmen: todo se convirtió en metraje para la producción de la película.

Lolo y Lauti
Lolo y Lauti, En las garras del doctor Quijote, 2020, estructura de aluminio y hierro, ventilador, televisor y reproductor multimedia, 100 x 80 x 80 cm
Lolo y Lauti
En las garras del doctor Quijote (detalle).

Lo segundo que nos fascinó de Lolo y Lauti fue su voluntad de invitar a jugar en muchos presentes alternativos. Borran no solo las fronteras entre arte y espectáculo, sino también entre artista y público5«… antes de que la performance se llamase performance ya estaba Nacha [Guevara]». Ver Delfina Bustamante, «La saciedad del espectáculo», A*DESK, 24 de junio de 2019, https://a-desk.org/magazine/la-saciedad-del-espectaculo/. Aprovechando cualquier recurso que tengan a mano (si hay dinero, bien, y si no, también), se apropian de códigos muy heterogéneos para dar asombrosas vueltas de tuerca a nuestras sensibilidades.

Su iconografía proviene del mundo del entretenimiento, de internet y la televisión, pero también de las revistas y los parques de diversiones. Personajes de ficción como Mafalda y divas de la TV como Moria Casán se encuentran bajo el mismo spotlight en un remix lisérgico plagado de reminiscencias teatrales. Así como incluyen elementos de los mass media en el arte, piensan el arte con estrategias de los mass media. No ponderan ni denostan sus referencias, sino que las hipertrofian hasta el punto en que se funden la crítica y el fanatismo6Lolo y Lauti, loloylauti.com.


Hal Foster en su ensayo «El artista como etnógrafo» –en alusión a «El autor como productor» (1934) de Walter Benjamin– describe el giro antropológico que ha dado el arte comprometido con rebasar «las definiciones excluyentes de arte y artista, identidad y comunidad». En esencia, la atención se ha desplazado del ámbito de las relaciones económicas al de las identidades culturales. Sin embargo, el artista sigue personalmente distanciado del «lugar de la transformación política» y artística. ¿En qué lugar se sitúa, entonces? La respuesta lapidaria que dio Benjamin sigue vigente: suele ser el de «un benefactor, un mecenas ideológico: un lugar imposible»7Hal Foster (1995), «The Artist as Ethnographer» en G. E. Marcus y F. R. Myers, eds., The Traffic in Culture: Refiguring Art and Anthropology, Berkeley: University of California Press, 302-309.

¿Dónde se sitúan Lolo y Lauti? Son artistas comprometidos con rebasar toda definición excluyente, pero su lugar no está en otra parte. La otredad para ellos no está más allá ni más abajo, sino al lado. El sujeto de sus indagaciones artísticas no es otro que su propia comunidad. Comunidad junto con la que el dúo argentino va reinventándose con absoluta libertad. Toman prestado de todas partes, como si todo estuviera metido en un baúl de utilería teatral, y ensayan con una gran variedad de estrategias, representaciones, ideas. Comunidad muy porteña, que a la vez abraza a gente como Liza Minnelli, Claes Oldenburg o las drag queens de Panamá. Comunidad performática, porque entra en escena de mil maneras (en sus fiestas y en sus móviles, para empezar). Sus integrantes posan y hablan por sí mismos. Todas son artistas. Todas son diosas.

Lolo y Lauti
Lolo y Lauti, Me huevo loca, 2019, performance, ocho horas, arteBA, galería UV, Buenos Aires.
Foto: Santiago Orti.

Justo el día del estreno de la Carmen de Lolo y Lauti en el Museo de Arte Contemporáneo de Panamá (MAC) se le ocurrió al presidente chino visitar a su homólogo panameño. Por su seguridad, aquel dio la orden (sí, Xi Jinping también manda en nuestro país) de cerrar las calles de buena parte de la ciudad, incluyendo la que lleva al MAC.

¿Qué hacer? Temer y temblar, como dijo K, el danés.

Lolo y Lauti
Lolo y Lauti, La One, 2021, videoinstalación monocanal, televisor, barra de ballet de madera y ménsulas de metal, dimensiones variables.

En la versión plural que hicieron Lolo y Lauti (y Rodri) de la ópera Carmen, cada reina drag interpreta su propia versión de Carmen, la gitana rebelde que muere apuñalada por su amante celoso y cuyo nombre significa carisma. El elenco, con sus nombres artísticos, lo conforman Rosario Arias Castaño, Laidy Boo, Lana Michelle Visser Carangi, Charlie Chiskei (que también se convierte en don José), Ja’la De La Fressange, Galilea De La Fressange, Lanesys Nicole Harts, Miss Veneno Fraimpark (q.e.p.d.), Conchota Grande Iriarte Fraimpark, Lolita Starfish Fraimpark Von Dee, Bubblegum Fraimpark, Alexa Fraimpark, Lorena Iriarte Fraimpark, Libia Fraimpark, Cordelia Fraimpark, Jamie Rivers Fraimpark, Angela Victoria Jhanono, Yineth Layevska, Brittany Yokasta Smith King y Dragnessa Williams.

Lolo y Lauti
Lolo y Lauti, El mundo del espectáculo 2019, exposición comisariada por Mariana Obersztern, vista de sala, Casa Nacional del Bicentenario, Buenos Aires.
Foto: Santiago Orti.

«La escena drag de Panamá es riquísima y muy sofisticada». (Lauti)

«Las Fraimpark son, para nosotros, tal vez el mejor colectivo de arte joven en Latinoamérica en este momento». (Lolo) 8Ambas citas fueron tomadas de «Art is a drag: el arte de la performance», la charla impartida por Lolo y Lauti el 20 de noviembre de 2018 en el MAC Panamá.


Lo tercero que aprendí de ellas es su manejo del humor como un ejercicio irreverente, festivo, amoroso y desestabilizador de certezas. El humor como «herramienta para abordar temas como la sexualidad, las drogas, la muerte y el arte» 9Op. cit., https://loloylauti.com/information. Diría que es un humor ético, incluso queer.

Lolo y Lauti
Lolo y Lauti, Escape de la dimensión diminuta, 2020, estructura de aluminio y hierro, televisor y reproductor multimedia, 170 x 50 x 50 cm

La espectacular obertura de la ópera de Bizet, con su música vivaz, expectante y festiva, es también el inicio de la Carmen de Lolo y Lauti. Pero más allá de eso, su versión de la ópera no sigue la trama del original. De hecho, no sigue ninguna línea narrativa o formal. Su lógica es otra. El filme se centra en el proceso mismo de hacerlo: en las entrevistas, en los ensayos y en lo que suele suceder tras bambalinas. De forma paralela, apunta al elaborado arte combinatorio, ritualista, seductor, exagerado (monstruoso), performático, nocturno e hiper extravagante de las reinas drag. El arte de ponerse el disfraz y de quitárselo. De crear ilusiones y romperlas.

La cámara en este filme de Lolo y Lauti (y Rodri) es otro juego de espejos: una especie de metáfora en continua metamorfosis. ¡Es otra Carmen! Revela y oculta. Es proteica, provocadora, estrafalaria y ultra divertida. Deambula, se fracciona, se oscurece, parpadea, se expande, se comprime y se multiplica. Las tomas, las secuencias y los efectos especiales –al igual que las artistas en escena– subvierten toda identidad unívoca. Cautivan a la vez que muestran sus costuras.

Es así como, desde el comienzo de la ópera-vídeo, se trasluce la intención de esta Carmen: rendir homenaje, desde Panamá, al gran arte del dragqueenismo y a la comunidad que nació de su práctica contracultural. Y es que, como apuntó Esther Newton y lo reforzó Eve Kosofsky Sedgwick­, «el drag es menos un acto que un sistema heterogéneo, un campo ecológico», cuyas relaciones se definen tanto en lo interno de ese campo social y espacial, como hacia las normas de la cultura dominante que desafían10Ver Eve Kosofsky Sedgwick (2003), Touching Feeling: Affect, Pedagogy, Performativity, Durham, NC: Duke University Press, 9. Ver también: Esther Newton (1972), Mother Camp: Female Impersonators in America, Chicago: University of Chicago Press.

Lolo y Lauti, Frozen 2, 2021, botellas de Coca-Cola Light personalizadas, resina de poliéster, acrílico y MDF, 40 x 165 x 40 cm
Foto: Florencia Lista.

Dudo que a Lolo y Lauti les interesen los manifiestos. Son demasiado abiertos e inclusivos. Pero por eso mismo, con su arte parecieran rendir homenaje al Manifiesto del No, de Yvonne Rainer, solo que al revés:

Sí al espectáculo
Sí al virtuosismo
Sí a las transformaciones, a la magia y al hacer creer
Sí al glamour y a la trascendencia de la estrella
Sí a lo heroico
Sí a lo antiheroico
Sí a la imaginería basura
Sí a involucrar a la intérprete o al espectador
Sí al estilo
Sí al amaneramiento
Sí a seducir con artimañas
Sí a la excentricidad Sí a conmover o a conmoverme11Ver Yvonne Rainer (1965), «Some retrospective notes on a dance for 10 people and 12 mattresses called Parts of Some Sextets, performed at the Wadsworth Atheneum, Hartford, Connecticut, and Judson Memorial Church, New York, in March, 1965», The Tulane Drama Review, 10(2), 168-78.


Lolo y Lauti
Lolo y Lauti, La casa del teatro (detalle), 2021, vestuario (Ah, pero anoche…), sombreros de papel, cartón, papel espejado; muñeca (Drácula III), tazas y galera (La One), como parte de la exposición Localidades agotadas, 2021, comisariada por Raúl Flores, galería Barro, Buenos Aires.

Lo cuarto que aprendí de ellas (el orden me lo he inventado) es su fascinación por el poder infinitamente transformador de los cuerpos y su relación desobediente, erótica, lúdica, poética y política con otros cuerpos. Su teatralidad.

Lolo y Lauti
Lolo y Lauti, Mundo Fever, 2021 videoinstalación, monocanal, proyección en pantalla de MEF, alfombra, gradas de metal, 700 x 400 x 300 cm

Pese a haber nacido antes o justo al final de la cruenta dictadura militar, los performers y conceptualistas de la generación de Lolo y Lauti poseen, al decir de Roberto Jacoby, un fuerte «lazo familiar» con tres etapas de un pasado que transgredió el arte institucional. 1- En las décadas de 1960 y 1970, artistas jóvenes insertaron las vanguardias históricas en la cultura popular, en la calle, en espacios alternativos, en la acción política («Tucumán Arde») y en la fusión de disciplinas. 2- Durante la turbulenta década de 1980, en plena dictadura, una estrategia clave de resistencia fue la «alegría» (Jacoby otra vez). Proliferaron los museos bailables, las muestras en la galería del Rojas y los precarios espacios autogestionados por colectivos de artistas, rockeros y gente del teatro experimental. 3- No menos significativa fue la riquísima y osada escena conceptualista y underground que germinó entre mediados de los noventa e inicios del nuevo siglo12Ver Ana Longoni (1993), «Arte y violencia en los últimos años sesenta. Entre la representación y la acción» en Arte, sociedad, cultura e identidad: I Jornada de Sociología y Antropología del Arte, Buenos Aires: Instituto de Arte Argentino y Latinoamericano, Facultad de Filosofía y Letras, UBA; A. Longoni, ed. (2011) El deseo nace del derrumbe. Roberto Jacoby: acciones, conceptos, escritos, Barcelona: Ediciones de La Central; y Francisco Lemus (2020), «Conceptualismo adolescente/Conceptualismo didáctico» en Orgullo y prejuicio: arte en Argentina en los 90 y después, Buenos Aires: Nora Fisch, http://norafisch.com.ar/conceptualismo-adolescente-conceptualismo-didactico.


https://vimeo.com/304520211/6556782788

Cuando el Líder Supremo de China por fin se montó en su avión, era ya tarde y el embotellamiento tan descomunal que, para llegar al MAC, lo que sería un trayecto de quince minutos nos tomó dos horas. Podíamos ver a despampanantes reinas drags trepadas en sus tacones, bajándose de los automóviles y omnibuses que estaban atorados en el tráfico, e ir caminando hacia el MAC para llegar más rápido.

Poco a poco, el museo fue llenándose a tope, en buena medida por personas que jamás lo habían visitado antes. Por fin, la directora dio la bienvenida al público, la vicealcaldesa reiteró su solidaridad con la comunidad LGTBQ+, Lolo y Lauti dieron las gracias y resumieron su experiencia panameña, Jamie Fraimpark habló en nombre del elenco, Rodri saludó y se apagaron las luces.

En la pared más grande de la sala más grande del museo, con la ayuda de un poderosísimo proyector (prestado) que se inventó para mostrar fenómenos astrofísicos, más de doscientas personas sentadas en el suelo vimos, entre gritos, carcajadas y lágrimas, algo realmente bigger than life.

Lolo y Lauti – Biografía

Lolo y Lauti (Buenos Aires, 1980 y 1986) es un dúo de artistas que trabajan juntos desde 2011. Su obra incluye performance, video, escultura, instalaciones y fotografía, y se presenta en formatos que van de la exposición museística a la ópera, pasando por las redes sociales y la realidad virtual. Lolo y  Lauti reivindican el humor como experiencia autónoma y herramienta para abordar temas como la  sexualidad, las drogas, la muerte y el arte. Su principal operación es la apropiación, una estrategia compartida por el arte contemporáneo y el espectáculo argentino. Han mostrado su obra en museos, galerías y festivales en buena parte de América Latina y Europa. Son los fundadores y curadores de Perfuch, el festival anual de performance más grande de Argentina.

Adrienne Samos – Biografía

Editora, curadora, crítica de arte y traductora panameña, cofundó (con Alberto Gualde) y dirigió la revista Talingo (1993–2006), que obtuvo el Premio Príncipe Claus en 2002. Preside arpa, entidad que promueve la cultura y el arte contemporáneo, y la casa editorial Sarigua. Ha organizado simposios, talleres y programas educativos, curado exposiciones en Latinoamérica y España, y escrito ensayos sobre arte, cultura y literatura. Es la autora del libro Divorcio a la panameña. Saltos y rupturas en el arte de Panamá: 1990-2015 (TEOR/Ética, San José, 2016), entre otros.

  • 1
    Los curadores de CM500, el proyecto urbano en curso desde 2018, somos Humberto Vélez y Adrienne Samos. Acerca del evento precursor, curado por Gerardo Mosquera y Samos en 2003, ver: G. Mosquera y A. Samos, eds. (2004), ciudadMULTIPLEcity. Arte>Panamá 2003. Arte urbano y ciudades globales: una experiencia en contexto, Ámsterdam: KIT Publishers; Rich Potter (2003), ciudadMULTIPLEcity. Arte>Panamá 2003, video, 50:02 min., https://www.youtube.com/watch?v=dpGd6vF8ALI; y A. Samos (primavera de 2013), «Panama City: A Pandora’s Box for Contemporary Art» en ReVista, the Harvard Review of Latin America: The Panama Issue, Cambridge: David Rockefeller Center, 50-53.
  • 2
    Los artistas bonaerenses Lorenzo Lolo Anzoátegui (1980) y Lautaro Lauti Camino (1986), cuya formación inicial proviene del teatro y del cine, formaron su colectivo en 2011. Exposiciones individuales incluyen Localidades agotadas, curada por Raúl Flores (Barro, Buenos Aires, 2021), El mundo del espectáculo (Casa Nacional de Bicentenario, Buenos Aires, 2019), Carmen (CM500, Museo de Arte Contemporáneo, ciudad de Panamá; Malba, Buenos Aires; y la galería Vermelho, Sao Paulo, 2018), la adaptación de la ópera contemporánea de Robert Ashley Perfect Lives (Teatro Colón, Buenos Aires, 2016) y la performance Me huevo loca (arteBA, Buenos Aires, 2019). Han mostrado su obra en museos, galerías y festivales en Estados Unidos, México, Colombia, Chile, Uruguay, Panamá y varios países de Europa. Son curadores de Perfuch, el festival anual de performance más grande de Argentina.
  • 3
    Lolo y Lauti (2018), Carmen de Panamá (propuesta preliminar, inédita), 1.
  • 4
    Rodrigo Moraes (Montevideo, 1985), artista, performer, videasta, dibujante, guionista y diseñador, es coautor (con Dani Umpi) del libro El vestido de mamá (Montevideo: Criatura Editora, 2011) y ganador de las becas Laboratorio de Acción (Complejo Teatral San Martin) y Yungas en 2019. Vive y trabaja entre Buenos Aires y Montevideo. Ver: rodrigomora.es
  • 5
    «… antes de que la performance se llamase performance ya estaba Nacha [Guevara]». Ver Delfina Bustamante, «La saciedad del espectáculo», A*DESK, 24 de junio de 2019, https://a-desk.org/magazine/la-saciedad-del-espectaculo/
  • 6
    Lolo y Lauti, loloylauti.com
  • 7
    Hal Foster (1995), «The Artist as Ethnographer» en G. E. Marcus y F. R. Myers, eds., The Traffic in Culture: Refiguring Art and Anthropology, Berkeley: University of California Press, 302-309.
  • 8
    Ambas citas fueron tomadas de «Art is a drag: el arte de la performance», la charla impartida por Lolo y Lauti el 20 de noviembre de 2018 en el MAC Panamá.
  • 9
    Op. cit., https://loloylauti.com/information
  • 10
    Ver Eve Kosofsky Sedgwick (2003), Touching Feeling: Affect, Pedagogy, Performativity, Durham, NC: Duke University Press, 9. Ver también: Esther Newton (1972), Mother Camp: Female Impersonators in America, Chicago: University of Chicago Press.
  • 11
    Ver Yvonne Rainer (1965), «Some retrospective notes on a dance for 10 people and 12 mattresses called Parts of Some Sextets, performed at the Wadsworth Atheneum, Hartford, Connecticut, and Judson Memorial Church, New York, in March, 1965», The Tulane Drama Review, 10(2), 168-78.
  • 12
    Ver Ana Longoni (1993), «Arte y violencia en los últimos años sesenta. Entre la representación y la acción» en Arte, sociedad, cultura e identidad: I Jornada de Sociología y Antropología del Arte, Buenos Aires: Instituto de Arte Argentino y Latinoamericano, Facultad de Filosofía y Letras, UBA; A. Longoni, ed. (2011) El deseo nace del derrumbe. Roberto Jacoby: acciones, conceptos, escritos, Barcelona: Ediciones de La Central; y Francisco Lemus (2020), «Conceptualismo adolescente/Conceptualismo didáctico» en Orgullo y prejuicio: arte en Argentina en los 90 y después, Buenos Aires: Nora Fisch, http://norafisch.com.ar/conceptualismo-adolescente-conceptualismo-didactico
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